Una de las partes importantes del maquillaje es al
final, cuando terminamos echándonos colorete. Es un producto imprescindible
para mostrar un look perfecto con un maquillaje impecable. El colorete ideal es
el que se esculpe y adapta perfectamente al color y a la textura de tu piel. Para
mí el color en las mejillas es síntoma de buena salud y muestra nuestro rostro
luminoso, unificando la tez y luciendo un aspecto radiante y espectacular.
Para ser sincera es mis pómulos suelo usar 3 tipos de
coloretes. El primero un color bronce en la parte del hueso para que de sombra
y un efecto más marcado. En la zona de la manzanita, uso un color coral o
rosado y en la parte de arriba de mis mejillas, un iluminador que de
luminosidad a mi aspecto.
TEXTURAS DE COLORETE
El colorete podemos encontrarlo de varias formas, las
principales son:
1º Crema: Su composición tiene mucho en común con las barras de
labios. Está indicado para personas con pieles secas y para maquillajes suaves
y traslúcidos. Puedes aplicarlo con los dedos. Es de larga duración.
2º En polvo: Es la fórmula más habitual y utilizada. Es más
aconsejable el uso en pieles normales o mixtas. Normalmente necesitas una
brocha específica para aplicar el producto. Aporta un aspecto natural.
3º En barra: Es el más fácil de usar y tiene una composición en
crema, pero es compacto. Sólo necesitas aplicar un pequeño toque de color
directamente desde la barra. Se funde y difumina muy bien con la piel.
TONOS SEGÚN TU TIPO DE PIEL
Según el tono de tu piel es conveniente que uses unos
colores u otros de rubor en tus mejillas. Estos son los tonos más apropiados:
Piel clara: Apuesta por los tonos rosados, melocotón o corales.
Piel rosada: Los tonos más favorecedores son el rojo oscuro y
burdeos.
Pieles bronceadas: Utiliza un tono lo más parecido al de la piel; los
mejores son los marrones, tierras y dorados. En esta ocasión, puedes sustituir
el colorete por polvos bronceadores.
Piel cetrina: Prueba con los tonos beige, caramelo y melocotón.
Piel con pecas: Utiliza tonos cálidos para difumina tus pecas y para
mostrar un color acorde a tu pelo rojizo, como el marrón, beige o naranja.
EL CORRECTO USO DE APLICACIÓN
Como os he comentado anteriormente yo sigo estos truquitos para aplicarme el colorete:
1. Sonríe y aplica el rubor en la manzana de las
mejillas.
2. Difumina desde el hueso del pómulo hacia el
nacimiento del pelo con un color bronce.
3. Posa el producto sobrante en dirección hacia el
cuello.
4. Utiliza un tono más fuerte encima de tu colorete
habitual, si quieres aportar un color más intenso a tu rostro.